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26/3/12

Vestigios Nº 7

DESPOJADO DE MIS ROPAJES


Los susurros han llegado con sus compases a mis oídos.
Mis manos comienzan a moverse sin rumbo.
Poco a poco dibujo las formas de tu cuerpo.
Tiemblo y sonrío.
Sobrevivo y palpito.
Los altares se desdibujan en nuestros escollos,
sin embargo
permanecemos constantes en la escena
sin delinear respuestas, construyendo,
construyendo sin saber por qué
pero construyendo.

Hemos superado la carne de nuestros cuerpos
en una unión que sólo se revela en el aire.

Los susurros han llegado con sus compases a mis oídos
diciendo que no me entienden,
que mis horizontes están oscuros
que mi tiempo no deja de pasar.

Ahora todo se hace silencio.
Miro y sonrió.
Me he animado a amar.

Marcelo Martínez (Salto Grande)

Actualidad: En este momento se encuentra trabajando en un libro donde fusiona diferentes géneros que se llamará "Imanismo". En una novela que fusiona lo filosófico, lo espiritual con lo humano en una estructura tipo policial - fantástico y en varios libros de poemas con temáticas diversas y estilos varios.





ELOGIO DE LA HUMILLACIÓN


Todos de alguna manera deseamos, en algún momento de nuestra agitada vida, ser personas de  bien, alguien a quien la sociedad identifique como ejemplo de ciudadano, padre o madre de familia ejemplar, nadar en un océano de dignidad y caminar lentamente por la senda de la realización personal. He aquí algunos consejos que no pueden dejar de tenerse en cuenta a la hora de aspirar a tan ansiado “status”:
·         Por empezar debe andar bien vestido y limpio, vaya de que se lleven una mala imagen de usted (si no tiene para comprar ropa adecuada y no tiene aljibe para juntar agua es su problema);
·         Debe ser una persona dócil y tranquila, recibir las caricias sobre la cabeza como si nos la diera nuestro abuelo más querido( si tenemos un perro faldero veremos que se siente);
·         Ser agradecido y alabar esa ayuda, pues deberíamos ser muy desalmados si encima nos pusiéramos a criticar (por más que esa ayuda sea parte de su trabajo y no una condición con devolución a futuro);
·         Mantengamos siempre la sonrisa, por más que el viejo no tenga trabajo, que no haya remedios para los niños enfermos, que en el ultimo bajón de luz se haya quemado la heladera (total aquí estamos acostumbrados al calor), el aire y la televisión.
·         Entender, sin derecho a cuestionamientos, que  las decisiones más importantes las deben tomar los mayores, los de más experiencias, aquellos que conocen los entretelones del problema, pues saben “gambetear” burócratas y aduladores. Ellos siempre tienen la palabra justa y la “mano dispuesta”. No vaya a ser cosa que aparezca un pibe con ideas raras, ambiciones “extremas” y mande tantos años de trabajo al “carajo”.
·        No tengamos miedo a pedir, que para eso existe alguien que nos dará; buscar trabajo demanda tiempo y a veces dinero, y además nos volveremos viejo muy rápido. Seamos pedigüeños
·         vocacionales, pues así estaremos haciéndole un favor a quien nos “da”, pues dirán de él que es una persona caritativa y bondadosa, dispuesta y noble y con un corazón más grande que una casa.
·         El tema de las necesidades es una materia a cumplir: siempre debemos necesitar algo, vaya que queden sin trabajo los dadivosos de turno.
·         Debemos ser comprensivos cuando alguien nos viene con el chisme de que “fulano lo puso a su hijo, a su hermano, a su tío, a mengano en tal o cual cargo”; eso es realmente amor familiar, pensar en los dignifican el apellido y la familia. No seamos pesimistas y criticones, que así no se construye una sociedad.
·         Y cuando hablamos de prioridades no nos hagamos los Salomones: primero están los intereses personales, luego los de la familia, después los de los amigos y si llegara a sobrar algo los podemos repartir con la comunidad.
·         Debemos aprender que para que una sociedad sea progresista debe apostar a que el pueblo se divierta como en un circo y sea feliz, no le falte el “pan” de cada día; luego podría verse si se levanta algún monolito o cartel de quien los hace feliz, y por si llegara a sobrar algo se podría pensar en la salud, la educación o la cultura.
·         Aprendamos a cerrar el pico que no somos pájaros cantores (y ya tenemos bastantes por estos lares) y el bullicio avícola distrae a los que trabajan por una sociedad equitativa y justa.
En definitiva, entendamos, no seamos tan “burros” que solo de esta manera, cumpliendo con estos requisitos podremos aspirar a una sociedad más plena, distributiva y solidaria. Por ahí algún despistado creerá que hacer esto sea humillarse un poco pero ¿quién no se ha humillado alguna vez? Aprendamos a hacer los deberes y a respetar a los mayores, aun cuando algunas veces se equivoquen, pues son los únicos que nos pueden llevar de las manos y hacernos cruzar la calle. Claro que esto siempre y cuando estemos “calladitos” y nos “portemos” bien.
                                                                                           
Fabián Mancilla, enero 2012



DE LUNAS Y DESEOS


De las lunas de tus ojos emerge una fuente que gotea deseos
anaranjados que resbalan hasta tu boca
y salpican tu rostro,
              meciendo tus pecas,
                            removiéndote hasta dentro y por dentro…
La distancia no olvida nunca
cuando el amor es verdadero.
La distancia te amarra,
te agita  y  te araña con sus uñas.
                    Las
                           distancias
                                                no
                                                     existen                
cuando el amor late lunas y deseos
y te siento
tan cerca
                          que te puedo tocar.
Te toco.
En las lunas de mis ojos acaban de acampar unas gotas:
desveladas,
                              hambrientas,
                                                     sinuosas,
          provocativas,
                                  verdes y
                                              amarillas,
                                     que    
                                              esparciéndose                               
                                                                       te buscan.
Una de ellas cruje,
le tiembla la vida.
Luego se abre,
   
    me trae tu voz:
«Te sigo esperando», me dice
mientras me observa
y yo la acuno con mimos y ternuras,
                                 la acaricio con miradas, le doy mi vida.
«Y yo a ti, amor», le contesto en silencio.


Javier Úbeda Ibáñez



                       GOD SABE THE QUEEN (DIOS SALVE A LA REINA)


Siempre pensé que a esta altura de mi vida ya nada podía sorprenderme, pero cuan equivoco estaba.
La semana pasada leí lleno de estupor una carta, o documento pero más parecía un asqueroso  libelo, escrito por un grupo de 17 sujetos autonombrándose intelectuales, como si esta cualidad se encontrara en las rompepiñatas de los cumpleaños.
El escrito  defendía a los Kelper y su autodeterminación de seguir siendo ingleses pero ocupando las islas.
Parece que estos eruditos todavía no entendieron que el problema es por la soberanía de las islas Malvinas y nada tienen que ver los habitantes actuales.
Señores intelectuales lean sobre historia y entérense que nación habito las islas hasta 1833, año en que luego de un acto de piratería fuimos despojados de esa porción de territorito, por el ladrón ingles.
Estos escribas por medio de Fernando Iglesias alegan que no hay pueblos originarios. Nos atenemos a sus dichos cuando expresa que, “un mono salió del áfrica y fue poblando la tierra, de ese simio procedemos todos” sentencio don Fernando. No, no es para reír, así es como reflexionan estos cipayos pagados por los grupos mediáticos que trabajan en contra de la Argentina.
Si no, lean  Clarín cuando en tapa anunciaba “un Oscar para Margaret Tacher”, no haciendo alusión que la estatuilla la gano la actriz que interpreto a la asesina del General Belgrano. Esa noticia en la forma que fue dada parecía, como una burla al pueblo argentino, a sus muertos en las islas y a todos los que amamos a nuestra patria.
Volviendo al mono adelantado y prolífico de Iglesias. Digamos que una porción del pueblo argentino no evoluciono, sus genes se mantuvieron inalterables y siguen siendo primates de la raza de los gorilas, estos 17 antropoides son la muestra de lo que decimos. Ahora pensemos, si el 90% de los países apoyan a la Argentina en sus demandas, si la ONU saca resoluciones donde invita a las partes a discutir la problemática para lograr un acuerdo, si nuestro país tiene el respaldo de toda América Latina, es porque tenemos la razón de nuestro lado. Por eso alguien tiene que avisarles a esto intelectuales de pacotilla, que como dice el tango “agarraron el corso a contramano” y hoy son tildados por la mayoría del pueblo Argentino de traidores a la patria. Para que entiendan  de una buena vez, sepan: que las Malvinas son argentinas, lo decimos nosotros, lo repiten actores como el Americano Sean Penn, Lo afirma el músico Ingles George Waters y lo grita el mundo entero.
Lo único que dicen lo contrario son los apátridas, Lanata, Sarlo, Ferrari, Iglesias, Caparros y una docena de tontos donde hay radicales, peronistas, socialistas amarillos y gente de la izquierda cagona. También los apoyan todos los políticos que fracasaron en octubre pasado y destillan su odio enfermizo contra la presidenta, o quizá envidian el 54%.
Al final del documento solo les falto proclamar “God sabe the Queen”.


Horacio Silva
Avia Terai 29/02/2012



LOS POBRES


Los pobres miran la nada
porque el todo no les pertenece,
andan por la vida sin que se los vea.
El mundo no reluce con los pobres
hay que esconderlos muy bien,
no les corresponden los derechos
que para todos se han redactado.
Miran como la ausencia
y no se lamentan de su suerte .
Son los pobres, son los más,
porque abundan como números.
Los pobres son pradera
que nadie quiere valorar,
pueden hacer sombras
con su inteligencia
a los ricos que los tapan.
Los pobres caminan desahuciados
como minúscula partícula
sin saber a dónde van.
Si miran el cielo, no entienden
de las aves la libertad,
si miran el suelo, no saben
que otros son sus dueños,
propietarios, tan mortales como ellos.
Son los pobres, tambores sin sonido,
quena sin viento callando su ser.

Stella Maris Taboro




REGRESO DE UN HÉROE


Cuando lo descendimos tuvimos la misma y extraña percepción que cuando lo ascendimos. Todo el peso volvió a arremeter contra nosotros haciendo crujir las manijas cromadas. Fernando me miró con atónita y triste complicidad: _Debía estar completamente mutilado. Eso pensábamos.
Sin prisa y sin pausa como exige un ceremonial funerario, nuestros pulsos cargaron con los restos mortales de Rolando “El Chueco” Maidana, un joven héroe de dieciocho años caído en Malvinas. Lo trajeron la tarde de la víspera, catorce de Junio, cuando el sol daba sus últimos aleteos en el horizonte. Seis conscriptos lo bajaron envuelto en una inmaculada Bandera Nacional Argentina.
Ese día tenía la sensación que en el pequeño cementerio situado al noroeste del departamento Independencia, en el centro chaqueño, el frío castigaba con mayor rigor o simplemente había comenzado a somatizar el peso de los desvelos, la angustia, la mala alimentación y la impotencia contenida durante más de dos meses.
“El Chueco” fue depositado en el panteón de la familia Arévalo. Procedimos a plegar ceremoniosamente la bandera y se la entregamos a Delia, su joven madre, que para la ocasión lucía unas profundas ojeras imposibles de humectar porque no le quedaba una sola lágrima por derramar.
Ya de regreso en la vivienda de los deudos, Fernando me invitó a dar una caminata por el campo. Era un muchacho que no simpatizaba con enigmas ni con intrigas.
Echamos a andar en dirección al poniente y luego de recorrer alrededor de dos kilómetros nos detuvimos en cercanías de un lodazal. Habíamos concebido un plan  y lo ejecutaríamos esa misma noche.
No cenamos. Nadie en la casa cenó. Todos dormían, excepto Fernando y yo.
Nos montamos en sendas bicicletas y, tomamos raudamente el camino que conduce al cementerio del humilde paraje donde nacimos y nos
criamos. Habían pasado escasos minutos de la medianoche y no se avistaba un alma, por desgracia o fortuna nuestra.
En mi mochila llevaba destornilladores, pinzas, un alicate, un martillo mediano,  tijera para cortar latas y, un par de barbijos que improvisamos con remeras gastadas. Fernando, en tanto, cargaba sobre sus espaldas una garrafa de dos kilogramos que pertenecía a una de las lámparas de la casa, un soldador a gas, un trozo de barra de estaño, un recipiente hermético con ácido rebajado  y una linterna de tres elementos.
Arribamos sigilosamente al lugar de la cita amparados por las sombras que proyectaban una decena de casuarinas estratégicamente ubicadas en la senda que conduce a la cruz mayor.
No resultó fácil violentar la puerta metálica del panteón pero, lo conseguimos. En el interior del recinto sentía más frío que nunca y estaba tiritando. El clima cambió cuando Fernando encendió el soldador y levantó enérgicamente el pulgar. Entonces, anudé fuertemente nuestros barbijos, tomé la linterna con la mano izquierda y con la derecha empuñé un enorme destornillador plano.
La llama azul celeste comenzó a lamer con su lengua ardiente el borde sellado con estaño. A medida que el metal se fundía, realizábamos movimientos coordinados de palanca con sendos destornilladores.
Al cabo de media hora quitamos cuidadosamente la cubierta de zinc y, quedamos mirando azorados su extrema palidez. Nos arrodillamos, arrojamos los barbijos y, ocultamos nuestras lágrimas. La luz de la linterna le confería una palidez vítrea. Contemplábamos un espléndido blanco mortecino que manaba de un montón de arena que yacía en el fondo del hexágono metálico.

Amílcar Martínez



LA   ANGUSTIA


Cuando la angustia llega  se instala en mí.
No viene sólo a visitarme, se adueña de mi alma y de mi cuerpo.
Se va introduciendo de a poquito dentro de mis venas y fundiéndose con mi sangre corre junto a ella inundándome con su esencia de aflicción, de congoja, de ansiedad.

No puedo evadirla cuando llega; no puedo esconderme porque no la veo llegar; aparece de pronto sin que siquiera me de cuenta.
Cuando se incorpora a mi vida ya no puedo eludirla, es inadmisible escapar y es quimérico pensar que sólo vino de paseo.
Me vuelve abatida, pesarosa, atormentada. La garganta se me cierra y entro en  una afasia tan profunda que siento que en el mundo sólo existimos ella y yo.
Pero soy vulnerable más no frágil.
Entonces intento que se vaya, que me abandone, que siga su camino.
A veces lo consigo. Otras se va sólo cuando cree que su función está cumplida.

 Y al irse me deja nostálgica, agobiada, vulnerable y debo hacer un esfuerzo enorme  para engañar a la tristeza y poder sonreír.


Marta Díaz Petenatti



RETAZOS


En la lectura de los dos títulos de los libros de los Poetas sin Voz: “Profanadores del Silencio”, “Pasajeros de Arena” se entenderá que el primero es un titulo de protesta sobre la infuncionalidad de entes encargado de difundir la cultura. No cumple igual finalidad el segundo que es de resignación y hasta de premonición. Los subtítulos de los libros que separan a las poesías por tema como “Y las rosas ya no estaban”, se refiere a las hostil realidad; y “Ladrillo para un Sueño” a una institución que nos cobije (que refugie a la cultura).
Las que representan un alma adolescente son “Calles Desnuda”: Por las cuales circulan las hipócritas mascaras de la rutina y el calculador transito de la gente, quitarles las vestimentas serviría para correr y regresar; pisarlas con decencia o equilibrarlas bajo la influencia del alcohol. Y la otra es “Licor sobre la Piel”, el licor es una bebida espirituosa; a través de la piel percibimos las sensaciones fuertes. Estas  aclaraciones innecesarias son indispensables para personas con ecos.
Paula a quien conocí con una obra de Octavio Paz que la llevaba a todas partes, bosquejo y fue artífice de ambos títulos de los libros. Emir admirador de la música de habla inglesa, les dio inocencia y Paola una mujer diferente, valor al primero y emociones al segundo; y el pronombre en primera persona, precariamente ayudo.
Esta escritura es la resaca de lo que dejaron las frías noches y los silenciosos versos de los Sin Voz. No quiero pensar que haya sido un accidente sino una iniciativa que otros seres la continuaran, quizás de otra forma y con el camino obstruido de malezas.
           
A continuación los versos de la última página del libro “Pasajeros de Arena”:


¿Tiene algo de malo dejarse llevar?
¿Tiene algo de malo ser pasajero?
¿Por qué no vienes?
Déjate llevar

Entra en el tacto de un viajero
Entra en las profundidades de tu mente, en el arte,
Entra en tu vida
El tiempo tiene el deber de hacernos pasajeros

¿Tiene algo de malo dejarse llevar?
 Tiende tu mano, déjate llevar…

Poetas Sin Voz





CADENETA SIMPLE


Cada  ser humano  está llamado para ser héroe
de su propia vida y que nadie espere redención,
si no está dispuesto a ganársela con los puños.

Habrá de  roturar su vida como un bosque
y arrancar los zarzales de las acequias,
antes de construir los silos de la bienaventuranza .

 Que no saque su escudilla para  recolectar
la lluvia del maná prometido,  mientras sestea
bajo las  generosas sombras de  las parras;
porque la dádiva que le llegue,
quizás sea una nube de langostas.

María Teresa Bravo Bañón




LA AGENDA”MALVINIZADA”

(Escribe: Amílcar Martínez)

            A los ciudadanos argentinos, que intentan comprender los movimientos estratégicos del Gobierno, les resulta evidente que Cristina Fernández tiene el firme propósito de "malvinizar" la agenda de este año, para que la sociedad y los medios no discutan sobre el ajuste, los aumentos de tarifas de los servicios públicos y los incrementos del boleto del colectivo y del tren en la ciudad de Buenos Aires y el conurbano bonaerense. Es decir: usar el legítimo reclamo de soberanía sobre las islas como una suerte de cortina de niebla densa propicia para ocultar los asuntos más conflictivos.
Los ciudadanos asisten absortos a otra triste confirmación: la que demuestra que la oposición no tiene la más mínima capacidad para sortear las "trampas" políticas que estratégicamente le coloca el Gobierno. Casi todos los dirigentes opositores presentes concurrieron a la cita sin saber a qué iban y se llevaron, como toda recompensa, un "muchas gracias" fuera de micrófono de la Presidenta antes de alejarse del recinto. En términos de imagen, fueron ignorados.
            Salvo un par de excepciones, nadie se atrevió a criticar el llamado, por temor a que lo interpreten como una posición probritánica. Tampoco nadie esgrimió un discurso diferenciador, porque los opositores no quieren competir con la imagen positiva que todavía esgrime Cristina y porque temen perder más votos todavía si dicen lo que piensan de verdad: que lo del martes 9 de febrero fue una gran puesta en escena y que para recuperar la soberanía de las islas hace falta mucho más que desclasificar un informe que ya fue publicado por la desaparecida revista Siete Días, el diario Página 12, el mensuario El Porteño y también en formato de libro durante el año 1988.
Otra evidencia, aflora del seno  del Gobierno que prepara el contexto para anunciar, de considerarla necesaria, una reforma que le permita a Cristina Kirchner permanecer en el poder, hay quienes en este preciso momento están preparando el gran escenario para hacer creer a
los argentinos que estamos en presencia de una oportunidad única e inmejorable para que Gran Bretaña se vea obligada a sentarse a la mesa a discutir la soberanía de las islas Malvinas. Acompañan la idea analistas como Jorge Castro y Carlos Escudé, desde una perspectiva neutral. Pero la agitan sin disimulo los voceros habituales del Gobierno. La elaboración de la idea sigue el patrón exagerado de prácticamente todo lo que difunde la administración nacional. Porque si bien es cierto que la posición relativa de la Argentina para negociar es mucho mejor que hace dos o tres décadas, nada parece indicar que David Cameron se pueda levantar una mañana y anunciar el comienzo del diálogo bilateral. Castro y Escudé sostienen que el ingreso de la Argentina al G-20 y el hecho de que Brasil (ahora la sexta economía del planeta) apoye la negativa a recibir en sus puertos a barcos con la bandera de Malvinas coloca en una posición de relativa debilidad a Gran Bretaña. Ambos consideran, además, que la crisis europea y el crecimiento de los países latinoamericanos aliados de la Argentina harán que la voz de nuestra diplomacia se escuche con mayor atención en foros internacionales como las Naciones Unidas. Pero de esta instancia a suponer que el gobierno inglés o los isleños van a moverse una pulgada de su posición histórica es pecar de optimismo o generar una expectativa que no se condice con la realidad.
Por fortuna, la Presidenta no usó, en su discurso, un vocabulario patriotero ni militarista, y aunque se haya hecho vox pópuli la estrofa de John Lennon para ratificar que está del lado de la paz, debería recomendar a su ministro de Defensa, Arturo Puricelli, que se cuide mucho de referirse en términos castrenses. Ocurre que el miércoles 8 de febrero, Puricelli respondió que las Fuerzas Armadas Argentinas están preparadas para resistir una hipotética invasión inglesa en el territorio continental. Si bien, las declaraciones del ministro distan mucho de aquella bravuconada del tristemente célebre dictador Leopoldo Fortunato Galtieri ("Si quieren venir que vengan. ¡Les presentaremos batalla!"), además de innecesarias, no ayudan al objetivo principal del gobierno argentino: sentarse cara a cara a negociar, sin amenazas, sin presiones ni referencias a la guerra.
En su discurso Cristina Fernández, que jamás abandona su atril de Presidenta, y sin que nadie nunca le pueda preguntar o poner en duda su palabra, terminará construyendo un relato incompleto, interesado y personalísimo. Una escena donde los medios, en general, siempre serán parciales y casi demoníacos y donde Ella y Él siempre habrán estado del lado de los buenos, los rebeldes y los críticos.
Omitió recordar, otra vez, la enorme dificultad que tuvieron los medios y los periodistas antes, durante y después de la guerra para obtener información confiable. Soslayó la presión que ejercía la dictadura agonizante para obligar a la prensa a decir que "estábamos ganando". Se olvidó otra vez de recordar a Raúl Alfonsín como uno de los pocos dirigentes políticos que se opusieron a la decisión de ir a la guerra, y probablemente el único que utilizó el concepto de aventura loca y peligrosa. Por supuesto, no se incluyó entre la mayoría de los argentinos que apoyaron fervorosamente aquella loca epopeya y sí rememoró que se hallaba entre quienes salieron a repudiar la derrota y la mentira, una vez que la guerra culminó. Por fortuna existen documentos fotográficos y testimonios de dirigentes que conocieron a Néstor Kirchner y que lo rememoran cerca de algunos militares que, como la mayoría, apoyaron la guerra. En aquellos días oponerse a lo que hacía el gobierno militar argentino era exponerse a ser considerado traidor a la patria. Y sólo unos pocos tenían la valentía y la honestidad intelectual suficiente como para decir, de manera pública o en círculo de amigos, que la denominada gesta de Malvinas iba a terminar en una catástrofe. Como lo hacía Martín Caparrós, casi solo, discutiendo con gente, que parecía no escucharlo. También se rescatan algunos escritos muy lúcidos de Beatriz Sarlo y no mucho más. Ese era el clima que se respiraba en todo el país. Y los que tenían una exagerada exaltación por los valores nacionales, como siempre, eran los medios públicos.


“La Historia es idealmente contemporánea, todo tema del pasado
es revivido y actualizado por el historiador en función
de sus preocupaciones presentes.”
Benedetto Croce (Escritor, Filósofo e Historiador Contemporáneo)





                                 EL  VASCO  HORACIO ANDRÉS SILVA


    I
No existen secretos en su andar:
De joven se dedico a transgredir.
De adulto a mantener el hogar
y de viejo se volcó a escribir:

Convive con esposa, hijos, nietos,
la vejez, dos obras publicadas,
un joven que garabatea versos,
y profundas ideologías arraigadas.

Ha… y  Horacio Andrés también
lidia con su adhesión al peronismo,
con seres nacidos de ese régimen
y con los errores de Juan Domingo;

y el hostil capitalismo es otro ismo
con el que pulsea y el sedentarismo
lo encapsula  y lo adormece…
pero el sindicalismo lo enjuvenece.

Si no lo entretiene la televisión
se distiende y no pierde la ocasión
para soñar /desde el sillón volar/
en el recuerdo de la vida viajar.

Pero de repente es Anarquista
y critica a todos los alquimistas,
y con énfasis doña Marcelina
le recuerda el don de la disciplina

Al no establecer una  jerarquía,
el imperio y el poder publicita
como desorden la anarquía
y es paz, utopía de igualdad...

y pretender callarlo es alimentar
el fuego del orador vanguardista.
Militante que ha de continuar
con su didáctica anarquista…

  II

Al rato el discurso termina,
sus venas éuscaras ya no explotan,
el sistema de nuevo lo domina
y los cuentos en calma caminan.

Leisa va y viene, luego Vanesa,
y el carpintero sigue sobre la mesa
labrando minucioso, las materias
más frágiles para ser eternas,

hasta la hora de hacer una pausa,
la musa se reposa, descansa,
y camina a tomar el control remoto:
Señal que va ver “seis, siete, ocho”. 

III

Amanece otra vez, y el sol al ateo,
otro día le regala. Y un hormigueo
a su memoria abrasa. Alumbra,
brilla en las sombras del alma

y se topa frente a un espejo y ve
el reflejo de un poeta escondido
y la juventud de Santa Fe vuelve
junto a revolucionarios decididos

y piensa en los Nativos y el socialismo
en la oposición y el Kirchnerismo,
y Pampa Grande vuelve, vuelve
y sobre la mesa su pluma se disuelve.

Mauro S. Martínez

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