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27/7/11

Vestigios N° 2


A través de la historia, hemos comprobado como la libertad de expresión ha sido mancillada vergonzosamente.
            El hombre aun en la edad de piedra busco la forma de comunicarse con los de su raza.
            En un principio lo hizo emitiendo sonidos, luego uso las palabras y otras formas de manifestaciones, como el dibujo, la pintura y utilizando precarios instrumentos les arranco sones musicales.
Los griegos fueron los primeros que utilizaron el teatro y la escritura para criticar y fustigar a sus gobernantes.
Los romanos nos dejaron largos y encendidos discursos, verdaderas obras de rica oratoria, que representaban lo más puro de la libertad de expresión.
A partir de la revolución francesa muchos gobiernos nobles y totalitarios cayeron, así surgieron pueblos democráticos y libres.
América también se contagio de la fiebre revolucionaria, expulsando al invasor de sus tierras, en el norte al inglés y aquí al español.
A partir de allí nombres como Moreno, Monteagudo, Castelli o San Martín buscaron con sacrificios y elocuencia, llevar a cabo la revolución que arrojo de nuestra patria al usurpador.
Fueron grandes las luchas que debieron afrontar los patriotas, para cuidar la libertad conseguida.
Un gobierno centralizado en Buenos Aires y que respondía a intereses oligárquicos tomo medidas antipopulares entre otras la de expresarse libremente; pero la tozudez de Moreno por publicar sus fogosas ideas en La Gazeta, llevaron a sus enemigos a envenenarlo en alta mar.

Después de Rivadavia y hasta Figueroa Alcorta, se sucedieron los fraudes electorales. Cada gobierno que paso limito las libertades individuales.
En el año del centenario, el gobierno suprimió la libertad de palabra, proscribiendo los actos sindicales y encarcelando a los líderes obreros.
Otras de las medidas fue la censura a los diarios opositores, llegando a clausurar a “La vanguardia” y “La protesta”, periódicos comprometidos con la verdad.
Después de la caída de Irigoyen, nuevamente la prohibición surgió como un azote para desinformar al pueblo. El abanderado de este golpe antidemocrático fue el general Uriburu y los cipayos capitalistas.
Posteriormente hubo lapsos, donde las manifestaciones populares como el Ave Fénix volvieron a renacer de sus cenizas.
No obstante en 1955, los grupos de poder, coaligados con la iglesia y la oligarquía dieron un golpe de estado al que llamaron “revolución libertadora”. 
La insurrección dejo como saldo a decenas de fusilados y con las cárceles llenas de presos políticos. Nuevamente el manto negro de estos asesinos cubrieron de sombras al país, usando prácticas de mordaza con los medios de comunicación, retaceando las informaciones y mintiendo descaradamente.
En 1973 volvió la democracia, pero en esta oportunidad duro poco, porque tres años después la furia asesina antipueblo, se apodero del poder.
En forma sistemática las fuerzas armadas, títeres del capitalismo, el clero, la oligarquía, y los grupos mediáticos, comandados por el gran país del norte, comenzaron un exterminio salvaje y lleno de crueldad, a periodistas, escritores, estudiantes, profesores y con todo aquel que pensara distinto a ellos.
En el frenesí de la sangrienta carnicería, se llegaron a cometer actos aberrantes, como la sustracción de bebes, eliminando a sus padres en cautiverio y luego entregando los niños en adopción, a matrimonios adinerados y sin escrúpulos.
La muerte rondaba por doquier, una simple delación servía para que el acusado fuera encarcelado y después de unas cuantas sesiones de torturas, era llevados a los centros clandestinos, llámese “Pozo de Banfield”, “La Perlita”, “automotores Orleti”, Campo de Mayo”, “La E.S.M.A.” y decenas de lugares más, de donde salían solo para que sus cuerpos, fueran arrojados vivos al mar en los “vuelos de la muerte”.
30.000 desaparecidos. Miles de presos vejados y humillados, con sus bienes apropiados por la jauría de exterminadores de pueblos libres, jalonan los años sangrientos y de vergüenza para la raza humana.
Este cronista vivió en carne propia esos momentos trágicos y a pesar del terror imperante, brego junto a otros ciudadanos para reconquistar la democracia pisada por las botas castrenses.
Mi lucha fue la lucha del pueblo contra los tiranos. Con el alma oprimida he visto caer en las garras asesinas a muchos compañeros, observe como acólitos del Opus Dei quemaban en piras públicas los mejores libros de la literatura mundial.
Hable con mujeres ultrajadas y violadas por la canalla militar. Encontré chicos huérfanos, deambulando por las calles llorando a sus padres.
Respetuosamente vi como las madres, cubierta sus cabezas con blancos pañales, giraban en torno a la Plaza de Mayo, reclamando por sus hijos desaparecidos.
Mientras esto ocurría, Los partidos políticos llamados demócratas, prestaban sus hombres para cogobernar el país.
La democracia que hoy usufructuamos costo mucho obtenerla, por eso tenemos que cuidarla. Respetemos lo que piensan y dicen los demás, no censuremos a nadie por sus ideas. Dejemos que todos digan libremente lo que piensan, para eso gozamos de libertad de expresión.
Por mi parte siempre diré lo que tenga que decir, sin tapujos y no acepto censura de nadie y aunque me corten las manos mi pluma seguirá escribiendo, por los siglos de los siglos. Sin condiciones.

En el día cumpleaños del pueblo (Avia Terai 11/07/2011)
Horacio Silva
Horacio Andrés Silva; nació un 20 de febrero de 1940 en Hughes, provincia de Santa Fe. Tiene 71 Años.
Curso la enseñanza primaria en la escuela nacional Nº 163 de su pueblo natal.
Los estudios secundarios los realizo en la Escuela Fabrica Nº 21 de la ciudad de Colon provincia Bs. As.; en la especialidad, carpintería de obra blanca.
Como era asiduo lector se asocio a la biblioteca pública de la localidad. En ese lugar conoció a mucha gente de la cultura, políticos de izquierda, escritores, periodistas, bohemios, soñadores y actores teatrales; a instancias de estos ultimo integro un grupo de teatro independiente llamado “Los Juveniles”, con el actúo en los pequeños pueblos, boliches y escuelas de Santa Fe.
Hizo el servicio militar en la Escuela de Caballería de Campo de Mayo.
En la capital conoció a la que es su esposa Marcelina Rojas, se enamoraron y decidieron vivir en la provincia de ella. Chaco.
Luego por razones laborales se radico en la provincia de Tucumán durante 13 meses.
En el año 1969 volvió a Bs. As. y comienza su etapa de docente, lo hace como maestro de enseñanza practica en el colegio Salesiano León XIII.
Durante su juventud milito en la U.E.S. (unión de estudiantes secundarios). Después en partidos de izquierda y grupos revolucionarios. Los religiosos, temerosos del presagio político y gremial decidieron prescindir de sus servicios.
El 24 de marzo de 1976  estalla la revolución, junto al golpe de estado llega la represión más sangrienta que recuerde el país. Como era de esperar Silva junto a otros lucharon contra los enemigos del pueblo para recuperar la democracia. Pintaron paredes, tiraron panfletos y alertaron en reuniones clandestinas de lo que realmente ocurría en la Argentina. Algunos de sus compañeros actuaron sin cuidarse y hoy son desaparecidos.
Cuando él y su familia estuvieron en peligro en el año 1980, emigraron al Chaco.
El matrimonio tiene 5 hijos y 13 nietos. Silva se jubilo como carpintero de la municipalidad de Avia Terai, hoy vive en ese pueblo contento con la vida que llevo.
Escribe desde siempre. Le gusta recordar los 20 o 30 cuadernos con prosas y poesías escritos en su juventud, los perdió en un naufragio sentimental y jamás los pudo recuperar.
Tiene publicados un libro de cuentos “Cuentos que son Verdades”, una novela “Viva Euzkadi Muera el Capital”. También integra una antología surgida de un concurso del PAMI, a demás escribió una obra de teatro, un guión para documental cinematográfico, fue miembro de ALEAT, se desligo de esa asociación y colabora con artículos y cuentos en la revista local “Vestigios”.
Es un enamorado de lo que hace y espera el final del camino convencido que es parte de la vida.
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EL CARACOL


El caracol arrastra su soledad;
se desliza sobre márgenes cambiantes y arenas movedizas,
sintiendo la amenaza del pico curvo, de la garra rapaz.
Debe ir allá, siempre allá,
penosamente llevando, lo mismo que un oscuro nómada,
el pétreo refugio de su casa
sobre su espalda inconsistente.
Antes de la historia,
en la edad de las primeras formas vivas del agua,
el caracol, como un símbolo cósmico,
ya esperaba ser descifrado por un hombre mudo:
guarda, al igual que un cofre, un tesoro de sabiduría:
la arquitectura del infinito perpetuándose siempre en espiral,
el timbre exacto del canto del mar.

Cuando un hombre recoge el esqueleto vacío
y sopla a través de la hermosura sostenida de su concha
no sabemos qué potencias es capaz de despertar.
Pertenecen a mi libro Páginas que caen (2008).
Aleqs Garrigóz  (colaborador)
ALEQS GARRIGÓZ (Puerto Vallarta, México 1986). Autor a la fecha de una decena de títulos de poesíaPremio de Literatura Adalberto Navarro Sánchez 2005, otorgado por la Secretaria de Cultura de Jalisco. En 2006 aparece incluido en la antología Nueva poesía hispanoamericana, a cargo del escritor peruano Leo Zelada. Premio de Literatura 2008 de la municipalidad de Guanajuato. Periodista cultural. Ha publicado poemas en diversos medios impresos y electrónicos de México e Hispanoamérica.
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Aviaq Ita daic (Monte grande o espeso)=
Aviauck Tadaek = Avia Tedai = Avia Terai


Nadie sabe donde esta y si un/a soltero/a  pisa  la Tumba del Indio se quedara a vivir para siempre en Avia Terai”
Leyenda popular de Avia Terai


Las vías caían sobre tus montes
para saciar la demanda del hombre,
y como versos en el horizonte
los nativos dibujaron tu nombre.

Temblando la vida entre los mares
lanzados como el azar, los barcos
inmigrantes arribaron hambrientos;
construyeron chaqueños sus hogares:

Donde cayeron en una historia
popular, contada tan misteriosa,
un atroz suceso de homicidio

la leyenda de la tumba del indio
/su tragedia yace en una fosa/
vista entre sombras por la memoria.


Mauro Martínez

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El valor de la dignidad

Siempre me ha rondado por la cabeza el tema de la dignidad. Dignidad. Suena tan simple  pero sin embargo esta  palabra  encierra una profundidad conmovedora. Creo que las personas ponemos en juego esta situación, la de la dignidad, a cada momento de nuestra vida y ella condiciona decididamente nuestra personalidad y nuestra forma de vida.
Vivimos en una sociedad con un alto grado de degradación, donde los valores y las virtudes se han reducido a la más vil de las mercancías: el árbol de la fidelidad  se lo ha talado a golpes de falo, donde las banderas de las convicciones políticas son subastadas en un cuarto secreto y al mejor postor, y donde la amistad, ese don tan preciado y olvidado, es  proporcional a lo abultado de los bolsillos, de las dádivas. Es tan difícil discernir lo bueno de lo malo, tan difuso, que, pensaba los otros días que hoy “ser transgresor es cumplir con las  leyes”.
Si señores, es así y no soy pesimista. Estamos al revés como dijo Galeano. Pero ojo, todavía por suerte existen personas dignas. Existen y son pequeños y grandes  héroes anónimos y famosos que luchan día a día por ser dignos, por mantener el honor de la palabra, por sostener el valor de una promesa. Y al decir esto recuerdo a aquella obesa prostituta del cuento de Guy de Maupassant que ofrenda su dignidad para obtenerla para siempre; al Che diciendo al soldado que lo va a matar “Mírame a la cara porque ahora vas a ver como muere un hombre”, a Rodolfo Walsh escribiendo la carta abierta a la  junta militar y aceptando con coraje y entereza las balas homicidas de aquella oscura época; pienso en aquella persona que guardo unas revistas por más de diez años para devolvérselas a su dueño diciendo “aquí están, las que me prestaste” o  en aquel viejo pescador de Hemingway que lucha denodadamente contra un pez y contra su destino.
Escenas  como estas son las que me dicen que todavía  es posible seguir creyendo, que todavía valen (vaya si no) las palabras, los  ideales y las convicciones.
Vivimos en un pueblo azul (recordando a Gieco), un pueblo al que amo enormemente y al que nunca me atrevería a abandonar, pero el que muchas veces se torna gris, ignorante y permisivo. Los que soñamos con ser dignos de la sociedad en que vivimos debemos bregar y apostar por el saber, por las convicciones profundas, por la cultura, pues un pueblo que se aleja de esto está condenado a ser permanentemente  un feudo, a reptar por el llano de la mediocridad. Y la cuestión muchas veces (y aquí es bueno traer el pensamiento de Jauretche) no está en cambiar de collar sino en dejar de ser perros. Es importante pensar por nosotros mismos, aprender a decir NO a aquellos que deciden por nosotros, a hacer valer nuestras ideas y pensamientos. Eso es dignidad. Aprendamos a vivir sin la caridad, porque esta es humillante, pues se ejerce siempre desde aquel que está arriba; la solidaridad, en cambio es horizontal e implica que todos se respetan entre sí. Y es bueno saber que aquellos que más invocan la revolución, el cambio y la dignidad, son los que menos pelean por ellas. Si muchas veces estuve agazapado fue para no caer en el sacrificio estéril, pues en estas situaciones debemos aprender a tener la cabeza fría y el corazón caliente. Ojalá nos demos cuenta a tiempo.

Fabián Mancilla

Mancilla, Fabián Antonio: Nació en Avia Terai, dpto. Independencia, Provincia del Chaco un 20 de enero de 1971. Cursó sus estudios primarios en varias provincias: Buenos Aires, Formosa y Chaco; los secundarios los realizó íntegramente en la E.N.S. N° 38, actual C.E.P. N° 27 de Avia Terai, Chaco. Los estudios Terciarios los llevó a cabo en la U.E.P. N° 55 “Don Orione”, de Pcia. Roque Sáenz Peña, Chaco, donde obtuvo el Título de Profesor de Castellano, Literatura e Historia. También ha cursado un año de la carrera de Comunicador Social, por su deseo constante de acercarse al periodismo; actualmente se desempeña como profesor de la Carrera de Historia del Instituto de Nivel Terciario de Pampa del Infierno, aunque reside en Avia Terai.
Desde temprana edad ha sentido una inclinación constante hacia las letras y la Historia, lo cual lo ha llevado a participar de varios certámenes; es un asiduo narrador de cuentos e historias; ha participado de las siguientes antologías Nacionales: “Cantares de la incordura”, antología nacional 2009, rubro narrativa breve y publicada por la editorial DUNKEN; “Los vuelos del tintero”, antología nacional 2010(narrativa breve) Editorial DUNKEN; “Mundos en tinieblas” cuentos fantásticos y de horror, Editorial GALMORT 2010; obtuvo el primer puesto en el concurso Literario provincial de cuento “Quitilipi 2003” con su obra “Yocasta”. Actualmente reparte su tiempo entre la docencia, la preparación de un libro histórico y la escritura de artículos y narraciones, en publicaciones locales y de otras localidades.
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Acordes del Monte


Árboles de astillas doradas.
http://facebook.com/elpumamilcar
corazones de rojo cobrizo
se desploman cediendo paso
al más estruendoso ruido
de las chicharras y charatas
que combinan sus sonidos
para plasmar un bello canto
que se enrosca en mis oídos,
como una sierpe seductora
que aguarda con gran sigilo
en la frescura de las hierbas
plenas de humedad de rocío
que aparezca la mansa presa
para envolverla a su capricho.

Ebrio de acordes del monte
pero, bien alerta los sentidos
recorro la estrecha senda
y, puedo percibir los latidos
del tenso músculo cardíaco
y, del propio suelo que piso.

El monte me talló cauteloso
no me concedió descuidos
por esa razón le agradezco
la imposición de peligros
y, que me dotara de armas
para  no ser sorprendido
por alguna de las bestias
que pueblan cada resquicio.
Gracias, Chaco, por esta piel
de hombre fuerte y curtido
donde cada poro es un sensor
y, las alarmas, mis suspiros.

Amílcar Martínez

5 comentarios:

Claudio Maidana dijo...

El Blog literario me parece interesantísimo y digo una sola gran razón, y es el espíritu crítico a nuestra cruda realidad social, solo espero que no la pierdan nunca. La verdad me pone orgulloso ver el nombre de alumnos míos. Un abrazo y a seguir así…

Anónimo dijo...

Es tremendamente genial que tengamos un espacio virtual al que podemos llamar "nuestro" y a la vez verter nuestras sanas y divergentes opiniones sin el afán de agredir ni destruir a nadie ni nada sino que lleva implícito el propósito de un espíritu cooperativo y constructivo.

Amílcar Martínez

Erasiz dijo...

Lo estuve leyendo , esta copado el blog

David Quiroff dijo...

ESTÁ BUENO EL ARTÍCULO SOBRE LA LIBERTAD DE EXPRESIÓN...

Juan dijo...

No pertenezco al pueblo, pero, de todos modos, me parece una propuesta trascendental. Sigan así.